![](https://static.wixstatic.com/media/84b232_1884497e1b8c4aa796848d11dc0fb72f~mv2.jpg/v1/fill/w_791,h_445,al_c,q_80,enc_avif,quality_auto/84b232_1884497e1b8c4aa796848d11dc0fb72f~mv2.jpg)
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en las últimas décadas, la incidencia de dengue ha aumentado. Se estima que se producen 390 millones de infecciones por el virus del dengue cada año.
"El dengue es una enfermedad viral, transmitida por mosquitos Aedes aegypti, con gran potencial epidémico y ocasionada por cualquiera de los cuatro serotipos virales (DEN-1, DEN-2, DEN-3 y DEN-4). La infección por un determinado serotipo brinda inmunidad homóloga (para ese serotipo) de larga duración y solo protege a corto plazo para otros serotipos. Es decir, no genera inmunidad cruzada, lo que significa que una persona puede infectarse y enfermar cuatro veces", destacó la Dra. Laura García Alonso de Helios Salud.
La especialista agregó: "El virus se transmite al ser humano por medio de la picadura del mosquito Aedes aegypti. Las hembras suelen depositar los huevos en objetos en los que se puede acumular agua. Estos objetos son frecuentes en el interior del domicilio en área peridomiciliaria".
El dengue es una enfermedad sistémica y muy dinámica, en la que en pocas horas un paciente puede pasar de un cuadro leve a un cuadro grave. Al inicio de la fiebre, no es posible predecir si el paciente tendrá síntomas y signos leves todo el tiempo, o si evolucionará a una forma grave de la enfermedad. Por lo tanto, el equipo de salud debe realizar un seguimiento estricto del paciente, y éste junto a su grupo familiar deben estar atentos a los signos de alarma, controlando a todo paciente con dengue hasta al menos 48 horas de finalizada la etapa febril.
García Alonso consideró que las formas de presentación y la gravedad de la enfermedad varían con la edad. "En los niños, especialmente lactantes, habitualmente es asintomática (80%) o similar a otros cuadros virales, con fiebre, decaimiento, inapetencia, dolor de garganta y rash, autolimitada. En estas formas de presentación el antecedente epidemiológico es fundamental para la sospecha clínica", aseguró.
Además, la médica enfatizó que el dengue a dengue clásico o “fiebre quebrantahuesos” es la forma de presentación más frecuente, con un cuadro febril agudo (≥ 39°C) de hasta 7 días de duración, sin síntomas respiratorios, presencia de malestar general, dolor de cabeza, dolor detrás de los ojos, dolores musculares y articulares, náuseas y vómitos.
Alrededor del 50% de los casos se acompañan de exantema pruriginoso que se inicia en el tronco y se extiende a extremidades y afecta las palmas y las plantas. Puede ser fugaz o persistir varios días. En un 30% puede presentar hemorragias leves como gingivitis, hemorragias nasales, petequias, etc.
Por último, García Alonso expresó: "La enfermedad grave se desarrolla hasta en un 5% de los pacientes y probablemente se relacione con una mayor virulencia de la cepa circulante o factores del huésped. Entre ellos, se mencionan los menores de un año, embarazadas, adultos mayores de 65 años, o condiciones subyacentes como diabetes, obesidad, hipertensión, asma, coagulopatía, enfermedad hepática crónica, enfermedad hemolítica, enfermedad renal, etc. Se ha asociado más a los serotipos DEN 2 y DEN 3".
Comments